¿El futbol es cultura? Es el tema que desarrollará el entrenador principal de la Escuela del Barcelona FC en Lima en el próximo conversatorio del Centro Cultural UDEP.
Por Ioanna Gallo. 19 noviembre, 2015.El entrenador principal de la Escuela de Fútbol del F.C. Barcelona en Perú (FCBEscola) vuelve a la UDEP para reflexionar sobre el fútbol y su impacto en la sociedad. El conversatorio “¿El fútbol es cultura?” es organizado por el Centro Cultural UDEP y se desarrollará el 25 de noviembre. En la siguiente entrevista, Luque explica el impacto de este deporte y abre el debate para el conversatorio.
¿Es posible incluir el fútbol dentro del desarrollo cultural de la sociedad?
Si, totalmente. No solo a nivel cultural sino también a nivel de salud. Una sociedad saludable es una sociedad que es culta y que además practica algún tipo de deporte. La regla “cuerpo sano, mente sana” lo señala bien. Cuando la sociedad practica un deporte la gente no solo tiene más salud si no también está más dispuesta cognitivamente y más equilibrada emocionalmente.
¿Cómo impacta en la sociedad?
Impacta a dos niveles. Primero a nivel aficionado; es decir, la persona que cada día quiere ver a su equipo por la televisión o en el estadio y alentarlo. Y luego mira los resúmenes del partido. Además, está el otro tipo de aficionado que es a quien le gusta estar siempre vinculado al fútbol ya sea como empresario, especialista en salud o psicología.
Aunque el fútbol es manipulado por algunos sectores, también está dando alegrías y alguna pena a sus aficionados. Y esto es muy importante porque abre el tema de la gestión de las emociones. El fútbol posiblemente llena a mucha gente porque le permite sentir emociones que no es capaz de hacer suyas durante su día a día. Mediante este deporte, las personas se apasionan, se ilusionan, pueden gritar y expresar sus emociones. Que las personas sigan manifestando emociones, creo, es positivo.
¿Cómo se puede aprovechar este deporte en la formación de los miembros de la sociedad?
El fútbol es una herramienta fantástica para enseñar a los niños temas de sociabilidad como en qué consiste la convivencia con otras personas, el valor de aprender a ganar y perder, etc. además de los valores que el deporte en sí conlleva como el esfuerzo, la superación personal y la del rival, etc.
El deporte es una herramienta fantástica. Necesitamos tener conciencia clara de lo que hay que hacer durante el tiempo en que el niño juega. No basta la práctica deportiva, debemos brindar mensajes de aprendizaje que queden de por vida.
Desde tu experiencia en el Perú ¿cómo ves a los peruanos relacionándose con el futbol?
Trabajo con niños y adultos. Es una relación amor-odio. Existe esto de que un día antes del partido de la selección, todos somos campeones del mundo y al día siguiente, nos estamos matando y haciéndonos harakiri porque “somos lo peor”. Al parecer no hay un término medio. Como si la gente no pudiera disfrutar de lo que está viendo, del momento, de los minutos de juego, de cómo su hijo juega fútbol o de cómo la selección intenta ganar el partido. Es como si las personas se hubieran planteado que solamente vale ganar o perder. No se dan cuenta de todo lo que significan esos noventa minutos.
¿Nos importa más ganar o perder que participar?
Creo que estamos en una sociedad en la que exigimos ganar y nos olvidamos que para ganar hay que formar previo. E incluso formando expertos nadie te garantiza ganar. Ganar sin formar, tampoco es lo óptimo. Puede haber muchos niños habilidosos, con un don para jugar pero si no tienen una guía de toma de decisiones, guías cognitivas y trabajo táctico, se quedan en chicos que tienen una habilidad con la pelota que no es igual que ser un jugador de fútbol. Igual que en la pintura no formas gente que solamente pinta sino que sea capaz de crear; en el fútbol, los profesores no nos podemos limitar a enseñar como dominar el balón.
¿Qué singularidad ha descubierto en su trabajo con los niños futbolistas?
Nosotros desarrollamos un trabajo que impacta mucho porque en primer lugar cuando decimos que somos del Barcelona, un club ganador, y le decimos a los padres que la competición para nosotros no es lo prioritario, no nos entienden. Nos suelen preguntar ¿cómo es posible que para un club que siempre gana no sea importante la competición? Y yo les digo: pues no. Para nosotros lo importantes es el juego, que los niños se diviertan y aprendan. El ganar o perder en esas edades es relativo.